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En Tomb Raider: Chronicles, conocemos los acontecimientos posteriores a The Last Revelation.
Después de que el Templo de Horus se derrumbara sobre ella, Lara Croft es oficialmente dada por muerta, aunque Wegner Von Croy persiste en encontrarla con vida liderando una partida de búsqueda entre los escombros. Tras su funeral, tres de sus más allegados amigos (Winston Smith, Bram Patrick Dunstan y Charles Kane) se reúnen en la Mansión Croft y a la luz de la lumbre rememoran cuatro de sus más grandes aventuras.
Esta es la historia al completo, narrada por orden cronológico, de las cuatro crónicas:
Prólogo[]
Huída del Templo de Horus[]
El día 31 de diciembre de 1999, el mundo se encuentra al borde del colapso. Lara ha liberado accidentalmente al dios de las sombras Set, pero con la ayuda de Horus ha conseguido encerrarlo en el Templo de Horus, en las profundidades de la Gran Pirámide de Giza. Tras lograr la proeza, el templo empieza a derrumbarse y las cámaras interiores de la pirámide con él. Lara huye desesperadamente esquivando obstáculos y finalmente llega exhausta hasta la salida, donde la espera Werner Von Croy.
Con recelo, la joven se frena, temerosa de que su antiguo mentor siga en posesión de Set. Werner le ofrece su mano para huir y le grita que no se detenga, lo que confirma que Werner vuelve a ser el de antes. Lara corre hacia él pero el suelo cede ante sus pies. Werner hace lo posible por asistirla, pero una pila de escombros se desploma sobre ella. Incapaz de socorrerla, el anciano corre para salvar su vida. Ya a salvo, permanece atónito ante los bloques de piedra que sepultan la entrada a la pirámide. Afligido, se quita el sombrero en señal de respeto ante la que puede ser la tumba de la heroína. Lara Croft, la que fue su pupila desde su adolescencia, yace ahora muerta bajo los escombros.
Funeral[]
Werner Von Croy decide no darse por vencido y emprende una expedición de rescate. Mientras los equipos de búsqueda remueven los escombros, la noticia da la vuelta al mundo. Como la partida de rescate no obtiene ningún resultado, Inglaterra da finalmente a Lara Croft como oficialmente muerta. Como homenaje, la nación levanta en Londres un monumento honorífico en su memoria.
A pesar de la fuerte lluvia, esa misma noche varios de sus más allegados amigos se congregan junto a su estatua a ofrecer coronas de flores y sus condolencias, entre ellos Winston Smith. En la calle le espera el padre Bram Patrick Dunstan para recogerle y dirigirse a la Mansión Croft. Durante el camino, ambos conversan sobre la suerte que pudo correr Lara. Ambos se muestran muy pesimistas, pero confiesan que esperan nuevas noticias de Werner desde Egipto. Finalmente llegan a la Mansión y se suma al grupo Charles Kane, (en otras versiones Jean Yves), un viejo amigo de la arqueóloga. A la luz del fuego de la chimenea, mientras toman un poco de té, rememoran varias de sus aventuras.
La Piedra Filosofal[]
La primera historia es narrada por Charles Kane. En ella, contará a sus amigos la aventura que Lara vivió en Roma para conseguir la Piedra Filosofal.
(Sección en desarrollo)