Kítezh es la antigua ciudad que Lara busca en Rise of the Tomb Raider.
Historia
Orígenes
Los orígenes de Kitezh se remontan al Profeta Inmortal de Constantinopla, portador de la Fuente Divina. Como predicador y supuesto obrador de milagros, se elevó a la prominencia en el Imperio Bizantino del siglo X. En un oasis de Siria, estableció su propia ciudad donde acogía a sus seguidores.
La Orden de la Trinidad persiguió al Profeta y a sus seguidores para hacerse con el artefacto, y aunque sus caballeros supuestamente lograron matar al Profeta, surgieron rumores de que había vuelto a la vida. La Trinidad continuó la persecución de los seguidores hasta su ciudad oasis y los sorprendió en la tumba del Profeta, pero el Profeta engañó a la muerte una vez más y escapó, huyendo con los seguidores que sobrevivieron para garantizar su seguridad.
Después de un largo y doloroso viaje, finalmente encontraron un lugar donde instalarse. El Profeta y los cinco fundadores (Kokkos, el Astrónomo, Damien, la Forja de los Profetas, Aurora, el Médico, Rivkah, el Arquitecto y Valentinus, el Guardián del Tiempo) construyen la Ciudad de Kitezh en un remoto valle en Siberia. Esperaban que La Trinidad no les siguiera, sobre todo porque se suponía que creían que el Profeta estaba muerto y enterrado en Siria.
La ciudad floreció durante un siglo o más hasta que las hordas mongolas, empujadas por las pretensiones de La Trinidad, amenazaron sus fronteras. Cuando los mongoles atacaron y la ciudad quedó al borde de la derrota, Jacob usó la Fuente Divina en la Guardia de la Ciudad, el Athanatoi, para convertirlos en inmortales. Derrotaron a los mongoles, pero a un precio terrible: El corazón de la ciudad quedó enterrado bajo una avalancha y sepultado dentro del glaciar resultante.
La ciudad quedó arrasada y los habitantes de Kitezh se vieron obligados a sobrevivir en los duros ambientes del desierto de Siberia. Sin las comodidades y los lujos que habían dado por sentado durante tanto tiempo, muchos de los seguidores del Profeta perecieron. De los pocos que salieron adelante, muchos decidieron que la pérdida de su ciudad había sido una represión de Dios. Sólo unos pocos sobrevivieron en el Valle Geotérmico, donde construyeron una humilde aldea y vivieron de la tierra mediante la caza y la agricultura.
La Guerra Fría
Siglos después, en los años 60, el Ejército Rojo soviético invadió la región y estableció una empresa minera para extraer cobre y uranio. Los soviéticos esclavizaron a muchos aldeanos para explotarlos trabajando en la mina, complementando a los prisioneros que habían traído para la tarea. El resto del pueblo permaneció oculto al otro lado de las montañas, donde metódicamente planearon su contraataque durante los siguientes años. Cuando los depósitos de uranio empezaron a agotarse en 1970, los soviéticos descubrieron accidentalmente en una de las estructuras subterráneas de Kitezh la riqueza de sus artefactos.
Impulsados por el saqueo soviético de su herencia, los aldeanos atacaron la instalación soviética, aunque no lograron desalojarlos. El comandante soviético se dio cuenta de que sus hombres perderían una guerra de desgaste y, sin poder pedir refuerzos debido a que les habían cortado las líneas de comunicación, ordenaron que se abandonara la instalación. Después de abordar el último tren que salía de la región, los soviéticos descubrieron que el enemigo había desmontado las vías ferroviarias, dejándolos atrapados. Ninguno sobrevivió a la ira de los milicianos y al invierno subsiguiente.
Regreso de la Trinidad
En la actualidad, La Trinidad ha reanudado su búsqueda del Profeta y la Fuente Divina. Han logrado llegar a Kitezh y han instalado su centro de mando en la antigua instalación soviética. La localización exacta de la Fuente Divina la buscarán interrogando y torturando a los aldeanos. Por suerte para ellos, Lara Croft ha seguido las investigaciones de su padre y llegará a Siberia para encontrar el artefacto.